Camila hace años se fue buscando su destino, su lugar en el mundo y 1 año atrás conoció a Mandla.
Hace unos días, llamaron pidiendo una jueza para que los casara y asi lo hicieron por la tarde en su casa, tal como ella lo soñó: de negro, sin anillos, sin testigos, pero ... mucho amor!!
Escribió a sus amigas para contarles que se habia casado, con la alegría que tiene toda novia.
Asi que como siempre digo, el casamiento no lo hace la fiesta sino los detalles de los novios, el ser ellos mismos.
El brindis fue con un vino argentino, regalo de unos amigos que tienen viñedo en Mendoza quienes se lo llevaron "para una ocasión especial". Ninguna mejor que está.
Camila hubiera querido estar rodeada de sus amigas, pero el corazón le dijo "este es el momento" y ella se lanzó...
Esperamos que vengan pronto a Buenos Aires para brindar juntos este nuevo inicio!
AH! en USA la posibilidad que toque una jueza de raza afroamericana es de 1 en 1 millón... que mejor augurio para estos novios!!
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